Después de un rico desayuno, típico marroquí, salimos del valle del Dades dirección al valle del Todra donde se encuentran las magníficas gargantas del Todra con una altura de 300 m junto al Río y a un oasis de palmeras. Es muy común encontrar vendedores ambulantes que te ofrecen chilabas, que es una túnica tradicional de Marruecos ancha y con capucha que llevan los bereberes y los árabes.
Continuamos nuestra ruta hacia Erfoud conocida por sus ricos yacimientos fósiles y a menudo se le conoce como la “Capital de los Fósiles del Mundo”.
¡Y llegamos a nuestro destino! El Sahara de Merzouga. Allí nos esperan los dromedarios para llevarnos por las dunas mientras se pone el sol, hasta llegar al campamento de jaimas en medio del de las dunas de Erg Chebbi. Preparad las cámaras fotográficas porque no podréis parar de haceros las 1000 y una foto.
Una vez se acabe el atardecer disfrutaremos de una deliciosa cena marroquí y más tarde, antes de ir a dormir, compartiremos con los bereberes su fiesta tradicional con cantos y música de tambores y todo esto bajo un precioso techo estrellado.
Dormiremos en una jaima totalmente acondicionada.

A tener en cuenta que según la temporada del año, cuando el día es más corto, la ruta puede variar para llegar a tiempo de disfrutar del maravilloso atardecer en el desierto.