En el vasto y colorido tapiz que es Marruecos, los amazigh (también conocidos como bereberes) aportan una riqueza cultural que palpita en sus tradiciones artesanales y costumbres. Originarios del Norte de África, estos pueblos han moldeado el país desde tiempos ancestrales. Sus habilidades artesanales van más allá de la decoración: representan una forma de vida, de resistencia y de expresión.
Uno de los sellos de su artesanía es el tazoult, la famosa alfombra tejida a mano. Cada nudo es una pieza de historia, con patrones y colores que cuentan historias de familia, tribu y lugar de origen. Las alfombras de las regiones del Atlas, como las Beni Ourain o las Azilal, son particularmente apreciadas, y cada región tiene su propio estilo distintivo.
La joyería amazigh también es muy reconocida: los joyeros tienen mucho prestigio por sus meticulosas piezas de plata, a menudo incrustadas con piedras preciosas y esmaltes coloristas. Estas joyas, desde brazaletes hasta tocados, no solo son ornamentales, sino también simbólicas: llevan mensajes de protección, prosperidad y fertilidad.
Un tocado es una pieza ornamental que se usa en la cabeza, y en el caso de las joyas amazigh, suelen ser verdaderas obras de arte. Los tocados amazigh pueden incluir diademas, bandas o piezas más complejas que cubren gran parte de la frente y a veces caen hacia los lados de la cabeza o el rostro. Suelen estar hechos de plata y adornados con piedras preciosas como ámbar, coral o turquesas, además de intrincados grabados y diseños que tienen simbolismo cultural. Estas piezas no solo son decorativas; también representan la identidad, el estatus social y la pertenencia a una comunidad. Se suelen usar en ceremonias importantes, como bodas o festivales, y están llenos de significados: cada diseño, piedra y símbolo tiene una historia que conecta al portador con su pasado y tradiciones.
Otro aspecto fascinante de la artesanía amazigh son sus cerámicas y cesterías. El uso de arcilla para crear piezas utilitarias y decorativas es una verdadera tradición, sobre todo en la región de Tamegroute, donde los tonos verdes característicos resaltan en cada olla y plato.
Zocos para perderse (y encontrarse) en Marruecos
Ahora, ¿qué mejor manera de descubrir esta artesanía que adentrándose en los zocos de Marruecos? Cada ciudad tiene su propia energía, y aquí algunos que no hay que perderse :
Zoco de Marrakech. En el laberinto de callejuelas del zoco de Marrakech, incita a sumergirse en un espectáculo de colores y sonidos. Desde el souq El Kebir (zoco principal) hasta el souq Semmarine, en donde se puede encontrar desde alfombras hasta especias y cuero. La plaza Jemaa El-Fnaa ofrece un aspecto diferente de día – ideal para mirar y comprar- o a partir del atardecer, cuando encantadores de serpientes, músicos y cuentacuentos le dan un toque mágico. Hay que tener en cuenta que también se pueden descubrir zocos pequeños donde los vendedores no acosan a los turistas, y se puede charlar tranquilamente con los locales. Son lugares menos visitados en donde se pueden encontrar piezas originales: desde alfombras hechas a mano hasta especias recién molidas que parecen salidas de otro mundo, y nunca antes habiamos visto.
Mercado de Fez, el zoco de las sorpresas. Un lugar ideal para los amantes de la artesanía en cuero, especialmente en la curtiduría Chouara, donde se puede admirar el proceso tradicional de teñido. Los talleres de cerámica de Fez destacan por sus piezas, sobretodo, para los que buscan los característicos azules y blancos esmaltados en platos y mosaicos. Hay que destacar que en el variado zoco de esta gran ciudad se pueden ver desde animales vivos hasta las alfombras más artísticas.Como otros zocos de las ciudades importantes de Marruecos se aconseja visitarlos por la mañana y huir del bullicio de la tarde o noche.
Essaouira y su artesanía al lado del mar. Bañada por el Atlántico, Essaouira ofrece un ambiente más relajado y bohemio. Aquí se pueden encontrar preciosas joyas de plata, bonitos tejidos y piezas en madera de Thuya. Los aromas del mar se mezclan con los del incienso en las tiendas, donde los artesanos crean y venden directamente sus obras.
Tamegroute y su cerámica única. Cerca del desierto de Zagora, este pequeño pueblo es famoso por su cerámica de tono verde oscuro, única en el mundo. Este es un destino escogido para los que buscan piezas auténticas y quieren observar el trabajo de los artesanos de cerca, alejados de multitudes de visitantes, que a veces quieren mirar todos a la vez als mismas piezas..
Taroudant, la artesanía de la lana y el cuero. Conocida como la “pequeña Marrakech”, este bonito pueblo es una parada tranquila con dos zocos importantes: el souq árabe y el souq bereber. Aquí sw encuentranproductos agrícolas frescos de los campesinos de zonas cercanas y artículos de lana, cuero y joyería. Este zoco puede ser un verdadero descubrimiento.
Consejos prácticos
Al recorrer estos mercados, popularmente conocidos como zocos, es recomendable cuando se quiere adquirir alguna pieza practicar el arte del regateo. Los precios suelen comenzar altos, pero los comerciantes esperan que negocies. Hay que tomarse el tiempo necesario y preguntar a los artesanos e interesarse por su trabajo y, saber como se relaizan las piezas: Adquirir piezas y recu
erdos en los zocos locales sirve para apoyar el trabajo de artesaníandel lugar que se visit. Comprando la pieza directamente se adquiere un valor añadido, que cada cual se lleva consigo..
Marruecos no solo es una maravilla para la vista, es un país que te permite conectar con su historia viva a través de sus tradiciones amazigh y la energía vibrante de los lugares donde se produce una artesania local.
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