Situados cerca de Tánger, el Cabo Espartel y la Cueva de Hércules son dos lugares fascinantes, de los más visitados de la costa norte de Marruecos. Ambos puntos están muy cerca de Tánger y combinan belleza natural con un rico trasfondo histórico y mítico, lo que los convierte en paradas obligadas para quienes desean conocer más a fondo los paisajes incomparables de la costa.
En el Cabo Espartel, el Atlántico abraza al Mediterráneo. Situado a unos 14 kilómetros al oeste de Tánger, este mítico lugar de cruce de culturas se presenta como un paisaje imponente, donde se encuentran las aguas de dos mares. Este cabo no solo es un sitio de relevancia geográfica, y estratégica, sino también uno de los puntos más fascinantes para observar la unión de los dos mares testigos de la historia antigua y moderna de la humanidad, con paisajes que parecen salidos de un cuadro. Si esta excursión se une a ver el mar desde la mítica cueva de Hércules, será una visita completa para recordar.
Un faro con historia protagonista del cabo
En lo alto de los acantilados del cabo, se erige el histórico faro del cabo Espartel, construido en 1864. Este faro, que sigue operando hasta el día de hoy, ilumina el camino de los barcos que navegan por el Estrecho de Gibraltar, uno de los pasos marítimos más transitados del mundo. El faro es un símbolo del lugar y ofrece a los visitantes vistas impresionantes del cruce de los dos mares, convirtiéndose en un sitio perfecto para disfrutar de la puerta del sol al atardecer.
Recorrer el Cabo Espartel, famoso por sus acantilados escarpados y sus vistas panorámicas, es una excursión obligatoria. Rodeado de frondosos bosques de pinos y eucaliptos, este espacio natural invita a los amantes del senderismo y de la fotografía a perderse entre sus caminos. Además, es un área privilegiada para el avistamiento de aves migratorias que cruzan el estrecho en su ruta hacia África.
La cueva de Hércules: Entre mito y realidad
Muy cerca de Espartel, se encuentra la mítica cueva de Hércules, un lugar lleno de historia y leyendas que sigue cautivando a visitantes locales y a turistas. Esta cueva está cargada de simbolismo, y es uno de los puntos más visitados en los alrededores de Tánger.
La cueva debe su nombre al legendario héroe de la mitología griega, Hércules. Según la leyenda, el héroe descansó en esta cueva tras realizar uno de sus célebres «doce trabajos». Además, se dice que fue en este lugar donde Hércules separó los continentes de Europa y África, creando el estrecho de Gibraltar. La curiosa forma de la entrada de la cueva, que se asemeja al contorno del continente africano, confirma y da vida a esta leyenda.
Pero la cueva de Hércules no solo tiene importancia mitológica. También ha sido habitada desde tiempos prehistóricos y utilizada por los fenicios, quienes dejaron inscripciones y símbolos tallados en sus paredes. En épocas posteriores, la cueva fue utilizada como cantera para extraer piedra, lo que añade un dato más de interés histórico al lugar.
La cueva tiene dos entradas: una desde el mar y otra desde la tierra. La abertura que da al Atlántico, famosa por su forma de «África», ofrece a los visitantes una de las vistas más impresionantes del océano Atlántico.
Un Viaje a Través del Tiempo
Visitar estos dos lugares, es adentrarse en un viaje a través de la historia, la naturaleza y la mitología. Desde las impresionantes vistas del faro en lo alto del cabo hasta la atmósfera mística que envuelve la cueva, estos lugares ofrecen una experiencia completa para aquellos que desean conocer más a fondo la riqueza cultural y natural de Marruecos.
Para aquellos que planean una visita a la zona, se recomienda visitar los lugares emblemáticos, sobre todo al atardecer, cuando el sol se oculta tras el océano para disfrutar de una puesta de sol de postal, un recuerdo inolvidable de una excursión que combina historia, leyenda y naturaleza en un solo escenario.
Ruta desde Tánger
- Se debe salir desde el centro de la ciudad por la carretera N1 hacia el oeste.
- Seguir las señales que indican «Cabo Espartel» (aproximadamente a 14 km de distancia).
- Después de disfrutar de la visita a Espartel, hay que regresar por la misma carretera y tomar la desviación hacia la cueva de Hércules, que se encuentra a solo unos minutos en coche.
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